Brasil logró un hito sin precedentes en el Mundial de Handball 2025 al avanzar a los cuartos de final por primera vez en su historia, convirtiéndose en la primera selección sudamericana en alcanzar esta etapa. En un torneo disputado en Croacia, Dinamarca y Noruega, el equipo brasileño eliminó a tres potencias europeas y demostró su consolidación como una de las selecciones emergentes en el balonmano internacional.
Brasil sorprende y elimina a tres potencias europeas
En la segunda jornada del Grupo III de la Ronda Principal, Brasil se midió ante Suecia en un partido clave para su clasificación. Con una actuación excepcional, la ‘canarinha’ logró una victoria por 27-24, sellando su pase a los cuartos de final y dejando fuera de la competencia a los suecos.
El arquero Rangel Da Rosa fue una de las figuras destacadas del partido, alcanzando una efectividad del 48% en sus atajadas, con un total de 20 intervenciones decisivas que fueron fundamentales para el histórico triunfo brasileño.
Pero la hazaña no terminó ahí. Con esta victoria, Brasil también dejó fuera del torneo a otras dos selecciones de gran prestigio: Noruega, uno de los anfitriones del Mundial, y España, considerada una de las potencias del balonmano mundial. Este logro demuestra el enorme progreso del equipo brasileño, que ha ido creciendo en los últimos años y ahora se encuentra compitiendo a la par con los mejores.
El camino de Brasil en los Mundiales de Handball
Brasil ha tenido una historia de altibajos en el balonmano. Su regreso al Campeonato Mundial Masculino de Handball en 1995, después de una ausencia de 37 años, marcó el inicio de su participación constante en la competencia. Desde entonces, ha disputado 16 torneos consecutivos, logrando mejorar progresivamente su desempeño.
Antes de este histórico 2025, el mejor resultado de Brasil había sido en el Mundial de 2019, donde finalizó en la novena posición tras ganar cinco de sus ocho partidos. Sin embargo, en las ediciones de 2021 y 2023, sus resultados fueron más discretos, con un 18° y 17° puesto, respectivamente.
Con esta clasificación a los cuartos de final, Brasil marca un antes y un después en su historia y en la del balonmano sudamericano, consolidándose como un equipo a tener en cuenta en futuras competencias.
El desafío de los cuartos de final: Brasil vs. Dinamarca
En la siguiente fase del torneo, Brasil se enfrentará a Dinamarca, tricampeona mundial consecutiva y actual campeona olímpica. Este enfrentamiento representa una de las pruebas más duras para la ‘verdeamarela’, que deberá medirse ante uno de los equipos más dominantes de los últimos años.
El entrenador Marcus Tatá ha destacado el crecimiento de su equipo y la confianza con la que llegan a este partido. Brasil ha demostrado que puede competir con las mejores selecciones, y aunque Dinamarca parte como favorita, la actuación brasileña en este Mundial ha demostrado que las sorpresas son posibles.
El impacto del éxito de Brasil en Sudamérica
La histórica actuación de Brasil no solo significa un avance para su selección, sino que también tiene un impacto directo en el desarrollo del balonmano en Sudamérica. Este logro inspira a otros países de la región a invertir en el deporte y mejorar su competitividad a nivel internacional.
En los últimos años, la Confederación Brasileña de Handball ha impulsado programas de desarrollo juvenil y ha fortalecido la competencia a nivel local. Estos esfuerzos han dado sus frutos, con la aparición de nuevas generaciones de jugadores que ahora brillan en el escenario mundial.
Además, el desempeño de jugadores como Rangel Da Rosa ha captado la atención de clubes europeos, lo que abre nuevas oportunidades para los talentos brasileños. La experiencia en ligas internacionales permitirá seguir elevando el nivel del equipo nacional y garantizar su competitividad en futuras competiciones.
Brasil y su proyección en el balonmano mundial
El camino de Brasil en este Mundial ha sido desafiante. Enfrentando a equipos de gran nivel desde la fase de grupos, cada partido requirió una preparación meticulosa y una ejecución impecable de las estrategias del cuerpo técnico. La resiliencia del equipo ha sido clave para superar los momentos difíciles y consolidar las victorias necesarias para seguir avanzando.
Este resultado podría marcar un punto de inflexión en el balonmano brasileño. El aumento de la visibilidad y el interés en el deporte podrían traducirse en mayores inversiones, tanto del sector público como del privado, para mejorar la infraestructura deportiva, la formación de entrenadores y el desarrollo de las ligas juveniles.
Brasil ha demostrado que Sudamérica puede competir a alto nivel en el balonmano, y este histórico avance a los cuartos de final es solo el comienzo de lo que podría ser una nueva era para el deporte en la región.
Conclusión: Un Mundial inolvidable para Brasil
Independientemente del resultado contra Dinamarca, la actuación de Brasil en el Mundial de Handball 2025 ya ha dejado una marca en la historia del deporte. Con esfuerzo, talento y una estrategia bien definida, el equipo ha logrado lo que ninguna otra selección sudamericana había conseguido hasta ahora.
Este éxito no solo impulsa al balonmano brasileño, sino que también motiva a toda Sudamérica a seguir creciendo en el deporte. Con el tiempo, es posible que más selecciones de la región logren competir al máximo nivel y desafiar a las potencias tradicionales del balonmano mundial.
Brasil ha demostrado que con dedicación y trabajo en equipo, se pueden romper barreras históricas. Ahora, el desafío es seguir construyendo sobre esta base y consolidar su lugar entre los mejores equipos del mundo.